"Te
miré, pero no con intención perversa. Solo se me fue la mirada hacia ti. Nunca
pensé que pudiera pasarme esto, repentinamente. Fugaces sentimientos en arduo
calor, cosquilleo simultáneo de inflamable candor. Un fino y delicado placer,
un suave sentimiento inocente que abduce poco a poco mis pensamientos. No
quiero pensar en ti, pero te vienes a mi mente. No quiero imaginar de ti, pero
imagino a veces. No puedo quererte porque ya quiero y no puedo amarte porque ya
amo. Entonces, por qué pienso en ti. Entonces por qué sueño en ti. Imagino
historias, imagino momentos que están por existir, pero solo son eso, sueños;
utopía de un mundo imaginario.
Late
mi corazón con fuertes latidos impulsados por un sentir desconocido, que usurpa
mi memoria, que confunde mis entrañas. Una delicada brisa enloquece mis
pensares, no deja de volar la mariposa de la magia del amor sobre mi cabeza,
confundiendo constantemente mi alma. No puedo pensar en ti, no puedo soñar en
ti, porque siento prohibida esta procesión. Prisionera de un latir que no me
corresponde, poseída por un soñar de confusas situaciones. Una película
inventada con un amor imposible. Estas lejos de mí y tan cerca a la vez, pero
inalcanzable. Sabe mi instinto que no puedo tenerte, que no puedo traicionar mi
realidad, mi vida y mi constante rutina. Creo mis propias fantasías y soy
feliz, inventándote a mi lado.
Tu
mirada me subyuga, ya que sabes de nuestra verdad, ambos inalcanzables y
soñadores, envueltos entre hojas de tinta llena de poemas que aún están por
escribir.
Tu
mirada y la mía, en secreta unión, comunión compartida en este dolor. Soñamos y
pensamos individualmente porque las palabras aún no hemos cruzado. No hablamos
nada de nosotros, ni siquiera sabemos qué pasa, aunque nuestras miradas digan
lo contrario. Tus ojos me dicen lo que yo quiero decirte con los míos. Un
sentimiento inalcanzable, intocable, pero nuestro. No nos podemos decir nada,
con el don del lenguaje, pero nuestros sentimientos se cruzan fugazmente entre
el aíre invisible que nos acaricia y nos envuelve, tocándonos como si ambos lo
hubiéramos hecho instintivamente, tocando nuestra piel, sintiéndonos en la
distancia. Siento tu caricia en mi pelo, mientras que tú has sentido la piel de
mi mano sobre tu rostro. Un beso invisible en un despertar silencioso. El
viento, la luz, el sol, son testigos de este incógnito amor.
Y
así es, no podemos hacer nada. Amarnos en un enigma misterioso, respetando
nuestra realidad. Unas miradas efímeras de intensidad penetrantes, nos revelan
lo que sabemos, lo que intuimos, lo que nuestros ojos delatan. Yo sueño
contigo, tú conmigo y lo sabemos. Nos paseamos al alba entre mágicas nocturnas
cuando el planeta descansa. Testigos son la luna, la paz y este amanecer. Al
despertar tu sonrisa descansa, feliz por haberme soñado, por descubrirme. Y yo,
suspiro melancólica por saber que todo ha sido un anhelo.
Perderme
en tu mirada es perderme en un profundo pozo sin retorno. Un encuentro inútil
de oscura impaciencia, envuelta en una descarada sensibilidad. Soñar por soñar,
sentir por sentir, sin remedio. Una convaleciente añoranza sin siquiera haber
estado presente, entre el abrigo de tus alas. Amor silencioso, eterno y perdido
en sueños banales sin destino. Solo una sensación de sentirse soñada por los
ojos de tu inquietante mirada.
En
el caminar de tu mundo interior se pasea la
nostalgia de este amor imposible. Un reto con un obstáculo indefinido
que no se puede superar, son las condiciones del destino. Un sufragio pesar de
penosas lamentaciones. Ni yo soy tuya, ni tú mío eres, ni nunca ambos podremos
serlo. Y conformes se quedan las almas, a pesar de este destierro. Tu mirada
anhela romper el hielo, pero la cordura del pensamiento te ordena el silencio.
Y así es el destino caprichoso, un viajero errante que engaña a los corazones
del ser humano. Una sombra cruel que te regala tramposas emociones, que sabe,
no te puedes adherir en ilusiones.
Por
este destino impredecible, en secreto silencio nuestros corazones se hablan, a
través de esas ingenuas miradas, de inocente afecto, sin maledicencia y con
ternura extenuante. Siempre unidos, hasta que el corazón aguante. Por siempre y
confidencial, mi amor es tuyo.
Y ambos lo sabemos"
También puede disfrutar la carta leída, en un precioso vídeo.
Este premio lo obtuve en abril de 2015.
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